Me ha sorprendido, quizá por mi ignorancia, al descubrir estos meses que Ucrania era un bólido sin frenos a punto de estrellarse contra un enorme muro de hormigón. Dice el señor Margallo que el paralelismo entre las consultas en Crimea y Cataluña es absoluto. Mi ignorancia no me permite profundizar demasiado en ello.
Al vivir en este país siempre en demagogias, manipulaciones y victimismos, por lo que de España no me sorprende casi nada, .
Parece que todos sabemos mucho y que tenemos cada vez más clara nuestra posición. Pero me pregunto si, vayamos en paralelo o en oblicuo, se percibe a qué velocidad se está yendo en cada momento, y si los que nos manejan tienen intención y capacidad para saber frenar a tiempo.
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